miércoles, 30 de julio de 2008

TRATADO DE TRINIDAD: “Las tres personas divinas en la unidad de la esencia del libro.

“Las tres personas divinas en la unidad de la esencia del libro La Trinidad, Misterio de comunión”

El presente escrito es un trabajo de resumen y comentario sobre el capítulo segundo titulado Las tres personas divinas en la unidad de la esencia del libro “La Trinidad, Misterio de comunión” del autor Francisco Ladaria. Sobre todo me centro en el apartado segundo del mismo capítulo La discusión moderna.

Kart Barth
El primer autor en entrar en análisis es Kart Barth. La terminología de las tres personas le parece que puede dar paso a malentendidos. Este es su punto de arranque. La Biblia nunca ha querido diferenciar la triple manera de ser de la unidad indisoluble divina. Dios es el revelador, la revelación y el ser revelado. Respecto al tema de la trinidad debemos preguntarnos sobre el Dios que santifica la Escritura y no sobre la escritura santa en sí. La doctrina es cristiana porque la enseñanza sobre Dios versa sobre la Trinidad. Dios es lo mismo que la Revelación. La Escritura y la tradición no es Dios, porque ha pasado por una mediación (la de la Iglesia) con lo cual hace que se pierda el ser propiamente divino. La Revelación es Dios mismo, es la Palabra de Dios, no tiene que convertirse en ello. Dios se revela como Señor.

Es imposible que otro revele a Dios, así que Él mismo se revela como “yo” al hombre que actúa como “tú”. Así que Dios se revela como Señor, pero la Trinidad es una interpretación eclesial de lo que encuentra en la Revelación. Dios se ha revelado el mismo tres veces de modo diverso. Así la doctrina trinitaria eclesial nos presenta la Revelación (Dios) como Cristo, Dios y Espíritu Santo. Es verdad que Barth presenta a Dios que es y será siempre misterio; es uno en tres propias maneras de ser que existen en sus relaciones mutuas: Padre, Hijo y Espíritu Santo. La Unidad divina se da en la Trinidad. Siempre que Dios se manifiesta es el Señor, o sea, la Trinidad quien se manifiesta. Es tres veces el yo divino, porque el “yo” no se puede repetir, porque significaría que existen tres dioses.

Entonces Barth propone que se considere la concepción acerca de la Trinidad de la siguiente manera: El Padre, el Hijo y el Espíritu Santo son Dios cada uno a su modo. De tal manera que al tener la esencia divina en común lo que les distingue entre cada uno y no caer en sabelianismo es la “forma de ser” que están determinadas por las relaciones de origen entre ellos, afirmando con ello la Trinidad inmanente. Con esto rompe distancia del lenguaje y el significado escolástico. Cambia el término persona por la sentencia de que Dios es su propio productor y su propio producido en su doble aspecto que tiende más a la unipersonalidad de Dios. En definitiva es un Yo divino que se revela tres veces como Padre, Hijo y Espíritu Santo. Es intención es fortalecer la terminología con que nos dirigimos a Dios, pues es antes que todo unicidad del sujeto divino. Y esa unidad del Ser divino consiste en la Trinidad de personas.




Karl Rahner
Profundamente influenciado por Barth, Rahner rechazará el termino persona aplicado a la trinidad inmanente. Entiende que la concepción moderna de persona es sobre todo autodeterminación de una conciencia y de una actividad propia. Si se sigue este enunciado hacia Dios entonces estamos en triteísmo. Así dice que en Dios no hay suma de nada, porque el Padre, el Hijo y el Espíritu Santo no se pueden agrupar bajo ninguna categoría, pues sería superior a ellos. Entonces al agruparse damos a entender suma, y esta suma rompe la unicidad divina. Simplemente hay que decir en Dios, que es el Padre, el Hijo y el Espíritu Santo, al tener en común la esencia única divina, se excluye un tú intratrinitario. El Logos es el pronunciado por el Padre, más no es el Logos quien pronuncia. El Espíritu Santo no es el amor recíproco, pues habría dos actos, sino que es una autoaceptación amorosa de Dios, y por ello hace diferenciar al Padre del Hijo. Es una autoaceptación hipostatizada.

Entonces, al pronunciarse a sí mismo, este acto no sale de Dios, pues en la sustancia divina sólo hay una esencia y un ser divino. Así el acto queda dentro de Dios. El Logos acepta el amor del Padre a causa del Amor. Con ello, esta aceptación fundamenta que en Dios haya una conciencia única que subsiste de una manera triple. Una única conciencia para tres un único sujeto divino. No es una triple subsistencia para tres conciencias. En la vida ad-intra divina evita utilizar el término persona, sustituyéndolo por tres formas de darse, en la que cada forma de darse tiene relación mutua con las otras dos, pero sin fusionarse modalísticamente (sabelianismo). La realidad concreta de Dios (persona según la escolástica), que es cierto que es triple, pero tomada de manera unitaria, significa para nosotros tomistas “una distinta forma de subsistencia divina”. De tal manera que hablando con nuestro lenguaje tomista podemos explicarlo que la única persona de Dios se revela en esa triple forma de subsistencia.

Partiendo de la economía de Dios, conocemos esa triple forma de subsistencia a través de su triple manifestación en la historia salutis. Pero escapa del sabelianismo nuevamente porque la economía trinitaria sólo es el paso primario metodológico para explicar la realidad inmanente de Dios. Es una única “personalitas”, es decir, una única conciencia, libertad y subjetividad la que se manifiesta al hombre. No es un Dios que inmanentemente haga la trinidad en la unidad, sino que la unidad subsiste en la trinidad. Subsistir significa “el punto de la propia existencia en el que nos encontramos con lo primero y último de esta experiencia, con lo concreto, irreductible e insustituible. De tal manera que sin la revelación en la historia de la salvación sería imposible conocer los tres modos de subsistencia divina.

Jürgen Moltmann
Es de los primeros en proponer un modelo fundado en la analogía de las relaciones interpersonales. En su opinión, la tentación en la que el cristianismo siempre es proclive a caer es el modalismo. Y es que se ha pensado que cuando se habla en Dios de un “Yo” se encierra en ese concepto de persona. Moltmann razona que siempre que hay un yo existe un tú. El yo implica una relación, no se encierra en su subjetividad misma. Y es que al decir que hay una Santa y sublime Trinidad en Dios, solo hay dos maneras de confrontar este dato: o las tres personas son una sola cosa o son uno. Así que o son tres subjetividades diferentes entre sí, relativas unas a otras pero unificadas bajo la única esencia de Dios o son el único sujeto divino (modalismo). Pero no queda resuelta la cuestión, pues si admitimos que las tres personas tienen la misma esencia divina, entonces priorizamos la trinidad sobre la sustancia, con lo que se cae en el posible riesgo que reafirmar el triteísmo, pues la unidad divina quedará rezagada a un plano no prioritario. En el segundo caso es un modalismo del todo inadmisible.

Vemos que antes de cualquier cosa el modalismo está combatido, pero no derrotado. Será que alfil podemos vencerle en cuanto encontremos una claridad en la forma de exponer el misterio trinitario. Es decir, que el quehacer teológico no escoge entre modalismo y ortodoxia, sino que desecha completamente la herejía moralista, pero todavía no encuentra la manera de expresar la ortodoxia sin ambigüedad. Pero también es cierto que la distinción de las tres personas divinas con la esencia divina en común es más cerca del dato bíblico. Pero al aceptar esta relación con el dato bíblico, entramos en la diferenciación entre la trinidad económica y la trinidad inmanente, que no es un problema en sí, sino el cómo armonizar en una unidad escatológica la trinidad que se revela en la historia humana y la realidad humana.

De la intimidad de Dios, de la manera de entender el misterio más recóndito en el interior de Dios pasamos necesariamente a considerar los aspectos de la economía salvífica. Esto es porque hay una identidad total y absoluta entre el Dios eterno trinitario y el Dios que se revela al hombre, siendo absolutamente el mismo. Pero entonces, si decimos que entra en la dimensión espacio-temporal del hombre, entonces decimos que es un Dios abierto a su creación. De tal manera, que en la trinidad económica el Dios Vivo se abre al hombre. En la trinidad inmanente las tres personas se consideran como un estar unidas, un estar abiertas unas a otras en el sentido de una relación, de una inhabitación mutua entre el Padre, el Hijo y el Espíritu Santo. En definitiva, sólo por la comunión de las tres personas es como llegamos a la trinidad de Dios.

Pero es cierto que es un Dios que tiene tres sujetos que se relacionan, pero las personas no son constituidas por las relaciones entre sí. Sólo las determina. Es decir, hace que el Padre no sea el Hijo ni el Espíritu Santo, pero no significa que por ser el Padre debe de tener una relación de paternidad con el Hijo. Simplemente tienen el mismo sustrato, y para vencer el modalismo, entonces se diferencian en el mismo sustrato a tres realidades diferentes unidas entre sí por el vínculo de la divinidad.

Algunos intentos en la teología católica
H. Mühlen introdujo la categoría del “nosotros” intratrinitario. No podemos hablar de que dentro de la trinidad haya número tal como decimos del ser humano: hay tres hombres. Dios es uno y podemos decir que hay número “ad invicem”, en sus relaciones, es decir, hay tres relaciones. Las personas divinas son idénticas porque poseen la naturaleza divina que es una, pero en cuanto personas, por las relaciones de oposición de diferencian unas de otras, entonces se dice que son tres. Con una complicada teorización sobre el uso de los pronombres personales rescata el único yo de Dios. Entonces cuando hay una relación entre el Padre y el Hijo, decimos que es una relación del “yo” hacia el “tú”, tal como sucede con los seres humanos, pero es análoga, porque el Padre es la fuente de todo lo que es. Pero en cambio en la relación del Hijo hacia el Padre entonces estamos en una relación de “tú” a “tú”, por la perichóresis existente entre las divinas personas.

Joseph Ratzinger
Ha insistido sobre todo en la categorización del nosotros en Dios. Todo ámbito interno en Dios es un “Nosotros”, debido a que en Dios hay una unidad absoluto entre sus personas. Pero en su actuación económica, entonces hablamos de un Yo en cuanto que es la naturaleza divina la que se hace manifiesta a la naturaleza humana. Y en la línea de que Dios ha buscado nuestra salvación y recapitular todas las cosas en Cristo, en una concepción totalmente escatológica, la trinidad tiene la misma dignidad que la unidad. Aplicado a los hombres, la diversidad de sujeto de los hijos de Dios nos agrupamos bajo el cuerpo místico de Cristo, con lo cual nuestra dignidad que hemos recibido de su acción salvadora deriva en nuestro “ser eclesial”. Este nosotros, hace que entendamos de algún modo, análogamente el ser intratrinitario, que de por sí no tiene por qué entenderse en categorías humanas, ya que por la razón sólo de muy lejos nos acercamos a este admirable misterio.

Cerramos nuestra reflexión con la percepción del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo como el único Dios, cuyo ser es un eterno intercambio de amor. Pero nunca se debe dejar de lado el tema de la esencia divina. Santa Teresa de Jesús a este respecto dice que sólo hay un poder, un querer y un señorío.

1 comentario:

Cristobal Bustamante dijo...

Sr tirek,acerca de su articulo de la trinidad.
Este tema ha sido tema de debate entre varios amigos evangelicos y yo, pues como he dicho en ocasiones anteriores, el Dios de los Judios es el MISMO Dios que el de los Cristianos, no asi el de los Musulmanes (este ultima caso es ovbio).
Pero respecto a la Deidad, a Jesus le preguntaron ¿Cual es el mandamiento mas importante? y en Marcos 12.29 su respuesta es el Shema Judio. El cual dice "Oye Israel El Señor Nuestro Dios El Señor UNO ES" y luego dice "amaras al Señor tu DIos con todo tu corazon con toda tu alma y con toda tu mente" esto lo puede buscar y esta en deuteronomio 6.4.
Entonces Jesus mismo dijo que el Shema es el mandamiento mas importante el cual enfatiza la UNICIDAD de DIos.
Resulta que los Judios no creen en nuestro Dios (que es el mismo que el de ellos) porque creen que somos politeistas, porque la tradicion catolica y la evangelica ha divido en demasia la trinidad.
Pero mi afirmacion y comentario es el siguiente, y quiero usar la biblia para hacer notar mi punto.
La doctrina correcta no es la TRINIDAD, sino la TRIUNIDAD, que en general, para los simples, podria parecer lo mismo pero no lo es. Y la diferencia es esta, el trinidad hace ver a Dios como tres personas, la triunidad afirma que Dios es uno, Jesus dijo que El y el Padre son uno, no es asi? (Juan 10.30)
Ahora bien, quien es el Padre de Jesus? (ovbiamente no hablo de Jose), La escritura dice que el Espiritu Santo engengro a Jesus (Lucas 1.35)pues no fue el Padre quien vino sobre ella para que fuera engendrado y naciera el Santo de Israel, sino que fue el Espiritu Santo, ergo el Espiritu Santo es el Padre, y Jesus dijo que El era el Padre, luego podemos notar que Pablo dijo que "el Espiritu es el Señor, y donde habita el Espiritu de DIos hay libertad" (2 Corintios 3.17)

Por consecuencia podemos afirmar que Dios es TriUno, porque no podemos afirmar con claridad donde empieza el Padre, donde empieza el Hijo y/o donde empieza el Espiritu Santo, porque son UNO. Ahora bien, no quiero que se malinterprete lo que acabo de decir, pues Jesus fue quien murio por nosotros, no el Espiritu Santo, ni el Padre, sino Jesus.
La relacion que podemos establecer entre el Padre el Hijo y el Espiritu Santo es como lo que nos muestra simbolicamente la estrella de David.
Formada por dos triangulos, un triangulo simboliza la triunidad humana y el otro la Divina, pues sabemos que el hombre es Espiritu, Alma y Cuerpo, y si no tiene alma o espiritu o cuerpo, no es hombre. Asi mismo Dios, podemos hacer un paralelo entre Jesus y el Cuerpo, el Padre y el Alma y el Espiritu Santo y el Espiritu.

Ahora bien, no quiero empezar a profundizar mas en el tema por ahora, podriamos seguir hablando de Adan, de la tricotomia del hombre etc que podrian servir para explicar bien todo el asunto de la triunidad pero me limitare a esto por ahora.

Si no te parece lo que he dicho, no me sorprenderia, no serias el primero, he conversado con mucha gente y la verdad pocos entienden acerca de la trinidad, y menos entienden acerca de la triunidad.

Que estes bien.

ps: dejo una pregunta para ti, para que pienses, medites con la biblia y me des en su momento una respuesta: ¿Cuales son, biblicamente, las doctrinas fundamentales, o rudimentales de la Fe Cristiana? Solo nombrarlas.

Atte. Cristobal, Chile.