Con este artículo regreso después de algunos meses de inactividad en los que me estaba acoplando a mi nueva vida. He escogido un artículo de actualidad que yo creo que tiene mucha información subliminal.
miércoles, 18 de mayo de 2011
domingo, 4 de julio de 2010
LA REIVINDICACION ISLAMICA EN EUROPA COMO CONSPIRACION ANTI-CRISTIANA
La realidad político, social, cultural y religiosa de Europa ha estado en constante movimiento desde las dos ultimas decadas sobre todo. Puede que sea una afirmación más que obvia para los habitantes de este continente. Puede ser evidente para las personas que se mueven constantemente a través de la Europa Occidental. Pero este conocimiento es totalmente ignorado por las personas de los cuatro restantes continentes. Ellos suelen tener la idea de que en el continente del progreso y de la libertad todos sus habitantes son blancos, acaudalados, letrados y cristianos. Incluso es posible creer que es el continente de la absoluta libertad y del sueño inalcanzable.
Sin otro objetivo mas que decir la verdad debemos afirmar que Europa no es eso que los no europeos quieren que sea Europa. Es obvia que la dinamica social exige movimiento. Pero una cosa es el movimiento natual social y otra cosa es el movimiento artificial social que se introduce en una nacion. Europa, tierra de los europeos de toda la vida, ha ido mirando como sido invadida por huestes musulmanas. ¿Huestes? Correcto. Sobre esto existen cantidades de blogs que explican esta situación, cosa que no hago debido a la manera tan correcta en que estos blogs gestionan la invasión musulmana en Europa y porque este articulo no versa sobre la invasión en sí, sino como pretexto de una conspiración anti-cristiana. CONTINUARA
miércoles, 28 de octubre de 2009
EL ISLAM ES UNA RELIGION NATURAL, NO REVELADA
PARTE II
Desde los orígenes mismos de su existencia, el hombre se ha sabido parte integrante de un cosmos; parte ciertamente sujeta a una realidad superior, más alta y perfecta a quien debe agradar conforme a la voluntad de eso que llama Dios. Pero la visión cultural propia de cada pueblo es determinante en la consideración de lo que es “agradable” para la divinidad. El hombre descubre a partir de sí mismo, del cosmos y del pensamiento que existen dos niveles de existencia: una esfera divina y otra contingente. Esto es la religión natural: aceptar el binomio cielo-tierra y desde la propia concepción socio-cultural darle contenido a lo que es el cielo y lo que es la tierra.
Esto ha pasado con el Islam. Le ha dado contenido semítico-árabe a la inquietud trascendental que todo hombre tiene. Toda la ideología islámica está basada en las categorías árabes de la Meca del siglo VII. No es ninguna religión revelada. Es el producto cultural, ciertamente complejo, pero al fin y al cabo cultural, de unos pueblos nómadas que se han hecho sedentarios y que han estado en constantes conflictos entre sí en la Arabia del s. VII. Y para darle una consistencia más infra-teológica a su visión religioso-existencial (nunca es ni será teología) cogieron elementos judíos y cristianos que se fusionaron en lo doctrinal; pero queriendo hacer notar su aspiración social totalmente laudable de la originalidad, hicieron una especie de síntesis (al estilo gnóstico-idealista) en lo referente al culto. No juzgamos la intención global de todo el pueblo musulmán, aunque debemos dejar claro que el conjunto doctrinal, cultual, místico, filosófico, escatológico de lo que llamamos ISLAM es una RELIGIÓN NATURAL, no es ni será nunca una RELIGIÓN RELEVADA por la Santísima Trinidad.
Esto ha pasado con el Islam. Le ha dado contenido semítico-árabe a la inquietud trascendental que todo hombre tiene. Toda la ideología islámica está basada en las categorías árabes de la Meca del siglo VII. No es ninguna religión revelada. Es el producto cultural, ciertamente complejo, pero al fin y al cabo cultural, de unos pueblos nómadas que se han hecho sedentarios y que han estado en constantes conflictos entre sí en la Arabia del s. VII. Y para darle una consistencia más infra-teológica a su visión religioso-existencial (nunca es ni será teología) cogieron elementos judíos y cristianos que se fusionaron en lo doctrinal; pero queriendo hacer notar su aspiración social totalmente laudable de la originalidad, hicieron una especie de síntesis (al estilo gnóstico-idealista) en lo referente al culto. No juzgamos la intención global de todo el pueblo musulmán, aunque debemos dejar claro que el conjunto doctrinal, cultual, místico, filosófico, escatológico de lo que llamamos ISLAM es una RELIGIÓN NATURAL, no es ni será nunca una RELIGIÓN RELEVADA por la Santísima Trinidad.
La configuración del Islam ha sido realizada a través del sustrato existencial del pueblo árabe a través de sus únicos trece siglos de existencia. El Islam no tiene ningún antecedente religioso. El pueblo árabe tiene un antecedente étnico en el mundo semítico, tal como nos lo dice la Escritura: Gn. Pero es Islam se entiende como un sincretismo judío, cristiano, árabe. Es la configuración de la visión del mundo de la cultura árabe. El Islam no es una religión mundial, carece de aspiraciones universalistas, inculturalizantes, sino que es exclusivamente árabe.
Como religión monoteísta se ha querido equiparar al judaísmo y al cristianismo. Sin duda nada más falso. Es este proceso sintético a través del cual el Islam ha evolucionado, Allah ha ido adquiriendo mayor relieve hasta convertirse en el ser supremo. Pero no único. La unicidad de Allah se logró en el siglo VIII. El mismo Mahoma estableció el culto a Allah como deidad absoluta bajo el cántico: ¡Allahu Akbar!, o lo que es lo mismo Allah es el mayor. Este superlativo hace referencia a que Allah es el mayor de entre todos los dioses e ídolos mecanos del S. VII. No hace la referencia ontológica a la supremacía de Allah sobre la creación, a la excelencia de su Belleza moral y ontológica propia del Uno, del Motor Inmóvil, de la Santísima Trinidad. Y es que como Mahoma no era teólogo ni profeta, su razonamiento lógico-elemental-filosófico lo llevó a verdad natural de la distinción entre Dios y el mundo. Su débil razonamiento le llevó al monolatrismo: un dios principal de entre todo el panteón de los dioses. Pero, ¡Sorpresa! Israel llegó a tal conclusión cuando todavía no había recibido la Revelación divina, treinta siglos antes de Mahoma.
Es interesante descubrir que el Islam no tiene teología. Su contenido doctrinal es elemental, propio de los nómadas del siglo VII. Es sobre todo una religión natural, cultual. Parece que Allah se complace en las cinco postraciones árabes (tal como las realizaban los antiguos egipcios ante el dios Horus). Parece que Allah valora más el lavatorio de los pies y las manos que el amor al prójimo. Esto se entiende porque Allah es un concepto vacío, sin ninguna referencia al Creador. Allah es el nombre genérico dado a la divinidad por los árabes. Pero, ¿Allah es Dios? No. ¿Quién es Allah? Allah es dios. Es la divinidad. Pero, ¿Cuál divinidad? Ninguna. Es como si los cristianos llamáramos a Dios con el concepto de Dios, pero sin ninguna referencia a la Santísima Trinidad. El Islam cae en el agnosticismo y en el inmanentismo, también llamado trascendentalismo. Para los árabes existe un poder superior que llaman Allah, o sea, dios. Pero Allah no es su dios, no es Dios. Allah es el nombre de la categoría superior al cosmos.
Ahora bien, este inmanentismo propio del Islam (compartido con el kantismo y el calvinismo) no es propio de la cosmovisión árabe. Es totalmente con la visión árabe del sistema de cosas. Los árabes, pueblo de caravanas, criadores de camellos y comerciantes, no son gente de letras, de profundas elucubraciones ni de abstractos razonamientos, sino gente sencilla que basa su fe en la referencia analógica. Aunque el Islam propio del Islam es el inmanentismo, los creyentes musulmanes llenan el concepto Allah con el contenido y referencia al dios luna tal como lo hizo Mahoma en el siglo VII. Él dijo que el dios luna sería Allah, es decir, Dios, es decir, el mayor de entre todos los ídolos, más nunca lo llegó a considerar el único.
El Islam no entiende el estado de gracia, al cual llenan de contenido con ela referencia a las abluciones, a la limpieza corporal. El islam no entiende el estado glorioso de perfección que llamamos cielo, al que identifican con el placer y el goce terreno, pues el cielo para los musulmanes es la recompensa de una vida humana cómoda y placentera con 40 vírgenes.
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ISLAMISMO
jueves, 8 de octubre de 2009
VAMOS A AYUDAR
AL ESTAR MIRANDO CIERTOS BLOGS NOS LLAMO LA ATENCION CIERTOS BLOGS QUE PARECEN MUY AMATEURS, PERO QUE NOS CONMOVIERON Y QUEREMOS ECHARLE UNA MANO. TODO LO QUE SEA UN MEDIO DE EVANGELIZACION ES BIENVENIDO, ASI QUE QUEREMOS AYUDAR A ESTOS GRUPOS, SUPONGO QUE SON HISPANOAMERICANOS, QUE VENDEN UNA REVISTA. POR MAS AMATEUR QUE SAN, SIEMPRE ESTARAN AL SERVICIO DE CRISTO
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INICIAMOS
martes, 8 de septiembre de 2009
SI DIOS EXISTE, ¿POR QUE EXISTE EL MAL?
Ésta es la típica pregunta popular y falácica que respalda la concepción ateística que niega la existencia de un ser todopoderoso y eterna que nos ha creado y que guía nuestros destinos. Obviamente Nuestra Santa Madre Iglesia Católica afirma lo contrario, pues parte de la base de que custodia el depósitum fidei, cuyo contenido es la revelación hecha por Dios a su Cuerpo Místico en la que se nos manifiesta la salvación obrada en la Cruz por el Hijo del Altísimo.
Respecto a la pregunta planteada que es el título de nuestro artículo, no queda mas que catalogarla como una falacia, es decir, como una pregunta que carece de coherencia dentro de su estructura gramatical y de contenido.
En primero lugar, no se puede sostener a nivel lingüistico porque la existencia de Dios no es privativa en el nivel del ser ni de los demas seres. Dios no es la contraparte buena de una realidad mala, pues esto sería vil dualismo maniqueo. Tampoco es implicativa, pues que Dios exista no obliga a la existencia en el ser ni de los seres. Dios vive en el misterio intra-trinitario, en la esfera divina. Si la realidad óvida y/o contingente existe, es por pura liberalidad del Señor del Universo. Además, se debe de entender a Dios como autor del bien, de la belleza, de la armonia y de la nobleza. (Gn 1,31).
En segundo lugar, la formulación de dicha pregunta implica un conflicto de contenido. Cuando tratamos a Dios como problema, se responde desde la teología. Pero cuando nos cuestionamos acerca del mal, pues puede existir dos ambitos de interrogación: el ontológico y el moral. Obviamente cuando la referencia es al mal ontológico, pues entonces debemos decir que el mal en sí mismo no existe, sino que es carencia de ser, es no-ser, es la nada. Pero considerandolo desde una perspectiva moral pues debemos decir que corrupción de la voluntad que nos conduce al no-bien. El mal es la perversión del corazón que nos lleva a no seguir la voluntad de Dios.
Ahora, vamos a responder a la pregunta: Si Dios existe, por qué existe el mal? El CIC en los nn. 309-314 nos explica que ante todo hay que mirar el problema del mal desde la óptima cristiana. Antes de explicar su contenido o el por qué de su existencia, debemos de aceptarlo y de reconocer que existe. Entonces "En su poder Infinito, Dios podría siempre crear algo mejor. Sin embargo, en su sabiduría y bondad infinitas, Dios quiso libremente crear un mundo en estado de vía hacia su perfección última. Este devenir trae consigo en el designio de Dios, junto con la aparición de ciertos seres, la desaparición de otros; junto con lo más perfecto lo menos perfecto; junto con las construcciones de la naturaleza también las destrucciones. Por tanto, con el bien físico existe también el mal físico, mientras la creación no haya alcanzado su perfección."
Nos debe quedar claro que Dios no es de ninguna manera, ni directa ni indirectamente, la causa del mal moral. Sin embargo, lo permite, respetando la libertad de su criatura, y misteriosamente, sabe sacar de él el bien. El mal moral entró en el mundo o en el orden de la existencia debido al pecado de los ángeles y de los hombres. Del mayor mal moral que ha sido cometido jamás, el rechazo y la muerte del Hijo de Dios, causado por los pecados de todos los hombres, Dios, por la superabundancia de su gracia, sacó el mayor de los bienes: la glorificación de Cristo y nuestra Redención. Sin embargo, no por esto el mal se convierte en un bien.
Para concluir, debemos dejar en claro:
1.- Que Dios no es la causa ni primera, ni segunda ni última del mal.
2.- Que Dios no creo el mal, sino que lo permite.
3.- Que la existencia del mal es algo evidente (antidocetismo).
4.- Que la existencia del mal se debe a la corrupción de la voluntad en la criatura inteligente.
5.- Que si el mal existe en el mundo es debido al mal que obra los hombres, según su libertad.
6.- Que no es una prueba contundente para afianzar lógicamente el ateísmo.
7.- Que el Señor de la historia se impondrá al mal y que lo destruirá en el último día.
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